CÓMO TRABAJAMOS

MODELO DE CAMPO

¿ Cómo elegir un psicólogo? Todos los psicólogos tienen un modelo de campo desde el cual analizar e interpretar lo que está ocurriendo y así luego poder intervenir de forma precisa, en nuestro caso ese modelo es el cognitivo- conductual.

Desde este modelo analizamos, interpretamos y explicamos lo que sucede, pero somos eclécticos en cuanto a utilización de herramientas de otros enfoques según demande cada persona y situación.

La terapia cognitivo – conductual se basa en las leyes del aprendizaje. Nuestro repertorio conductual se forma desde que nacemos hasta el momento actual, acumulando todo lo que hemos aprendido desde entonces.

Tiene como objetivo la identificación y modificación de aquellas conductas del individuo que no son adaptativas o le generan malestar y sufrimiento, considerando además que el comportamiento siempre se produce en un contexto determinado, es decir, analizar la relación de la persona con su ambiente para determinar dónde hay que intervenir y cómo. Por tanto, tiene en cuenta los procesos de aprendizaje que originan y mantienen el problema, así como el modo en que el individuo maneja y se relaciona con sus pensamientos, sentimientos y actuaciones.

CLAVE DEL ÉXITO TERAPEÚTICO

La psicología es una ciencia, y como toda ciencia, tiene un método, pero no se trata de mezclar en un laboratorio dos componentes para llevar a cabo una aleación.

El trabajo que desde Psicología De Vena hacemos desde el primer momento está encaminado hacia el enganche, el feeling, la confianza, el cariño, la cercanía, el respeto, para que el niño, el adolescente, el adulto  se sienta en un ambiente de comprensión y bienestar, para que sean capaces de estar cómodos y receptivos a cambiar,  para poder llevar adelante un trabajo que genere los resultados deseados.

A partir de ahí, cuando esto se consigue, es cuando empieza a funcionar la ciencia de la psicología.

Los niños y adolescentes, en un principio, no suelen querer o demandar ir a ver a un psicólogo, con lo cuál es fundamental que el profesional tenga estas habilidades más allá de sus conocimientos sobre la psicología y la ciencia del comportamiento humano.

En la terapia psicológica con adultos las resistencias planteadas muchas veces generan que las intervenciones no tengan éxito.

Una de las piezas fundamentales es la toma de conciencia de la situación problemática, aunque es una condición necesaria, pero no suficiente para resolver los problemas.

La motivación para el cambio y el manejo de la situación a cambiar, es algo en lo que el arte del terapeuta y la capacidad para llegar a la persona sus conocimientos, es fundamental para lograr que los cambios se mantengan y se interioricen.

Durante los 13 años que llevamos trabajando con niños, adolescentes, con adultos y con familias, hemos tenido consciencia de la forma en que somos capaces de llegar a la gente y de manejarnos en estos términos desde el primer momento. La retroalimentación que hemos ido recibiendo tanto de niños, jóvenes y adultos sobre  el cariño, la consideración, el respeto y el ambiente especial que han sentido a lo largo del proceso de intervención , nos hacen estar muy seguros de cómo es el trabajo que hacemos y los resultados que se consiguen.

FORMA

Será clave el trabajo en infanto-juvenil tanto con el niño como con los padres,  para poder intervenir de forma global y conjunta, en la reestructuración de las situaciones planteadas.

Las terapias psicológicas con adultos conllevan una constancia y un esfuerzo por parte del paciente, donde el terapeuta le irá facilitando el camino, para que el afrontamiento de las situaciones a trabajar sea de forma progresiva y gradual, generando un nivel de asimilación y de efectividad muy elevado en el proceso terapéutico .

Durante la terapia con pacientes infanto-juveniles es muy importante la coordinación y la implicación y trabajo conjunto de profesores, orientadores y personas de referencia en los colegios y en la vida y actividades de los niños y adolescentes.

Las sesiones tienen una hora de duración. En las terapias infanto-juveniles será necesario sesiones individuales con los niños y adolescentes, con los padres por separado y de forma conjunta con padres e hijo.